jueves, 13 de octubre de 2011

Historia: Siglo XIX (I)



El nuevo impulso registratrado a finales del siglo XVIII, en el que entre otras cosas se realizó la nueva imagen y escribió la Novena el Venerable Contreras, confirmó el caracter popular de la devoción de Ntra. Sra. de Consolación en Cartaya.


Haciendo un estudio panorámico sobre es estado en que se hallaban las devociones locales y poder situar en ellas la de Ntra. Sra. de Consolación, debemos tener en cuentalos cambios sustanciales producidos con respecto al panorama religioso de siglos anteriores.


En el proceso de declive iniciado a finales del siglo XVIII sobre las devociones de caracter Protector, dentro de la cual se encontraba la Santísima Virgen, la mayoría de ellas caen en el abandono, hasta tal pundo de desaparecer sus respectivas ermitas. De tal forma, las imágenes de la Virgen de las Reliquias y de la Virgen de Guía, fueron trasladadas en 1825 y 1932, respectivamente, a la ermita de Consolación, tras el abandono de sus ermitas, situadas también extramuros de la Villa. Un proceso parecido sufrióa la otra gran devoción protectora, San Sebastián, que aún ostentando el Patronazgo sobre Cartaya, fue trasladada su imagen a la Parroquia y abandonada su Ermita. Aún así, a diferencia de las otras devociones protectoras, San Sebastián seguirá procesionando, junto con San Roque, con motivo de calamidades públicas; aunque siempre acompañados de la Virgen de Consolación, que ya por entonces se había configurado como la principal devoción Protectora de la Villa.


Girará entonces en el siglo XIX el panorama religioso en torno a la Parroquia, el Convento de la Merced y la Ermita de Consolación, y consecuencia de toda esta situación es la dualidad de advocaciones marianas que llega a nuestros días, Consolación y Rosario, cada una con caracteres propios que fueron adquiriendo a lo largo del tiempo, y cuya cristalización definitiva se produce ya en el siglo XX con la supremacía devocional de la Stma. Virgen de Consolación sobre las demás advocaciones marianas de nuestro pueblo. En el siglo XIX Nuestra Señora de Consolación aparece como heredera de los tradicionales cultos protectores de las ermitas del extrarradio, y en el mantenimiento de su devoción frente a la desaparición de las anteriormente comentadas, confluyen varias causas. El factor determinante podría ser el empeño de D. Celestino Maestre, Capellán de la ermita y gran devoto de la Santísima Virgen de Consolación, potenciado este empeño en primer lugar por la incidencia de epidemias y sequías en la mentalidad popular, y por otro lado por la tendencia a reducir las las devociones religiosas fruto del auge político de las corrientes liberales.

Las noticias que aporta D. Celestino Maestre indican que hacia 1859 se celebraba en las inmediaciones de la Ermita una fiesta de caracter popular que atraía a feriantes de toda la región, la cual aparece citada, entre otros nombres, con el de Romería de Consolación. Se celebraba anualmente el día 12 de Septiembre, en la festividad del Dulce Nombre de María, y era costeada, al menos en esos momentos, por el Ayuntamiento de la localidad. Pudo tratarse unicamente de una velada festiva, o revestir un caracter económico o comercial, como ocurría en otras ermitas de la comarca. Hasta poco antes de 1787 se celebraba una Feria en la ermita, pero la conexión entre los dos eventos es dudosa, puesto que la Feria de Consolación dieciochesca se celebraba en agosto, mientras que la romería decimonónica en septiembre. Aunque se desconoce la fecha de inicio de esta última, es probable que se extienda un amplio paréntesis temporal entre ambas, extinguiéndose igualmente, a causa, según diversas fuentes, de coincidir con otras fiestas de pueblos cercanos así como con la cercana Feria que se celebraba en los días siguientes a la festividad del Rosario. Esta romería por lo tanto no ha llegado a nuestros días, no obstante, la tradición popular ha conservado el recuerdo de los festejos en la ermita, hasta el punto de atribuir a la imagen un supuesto antiguo patronazgo, aunque sin base documental.


A pesar de la posible competencia de las dos devociones marianas de Cartaya, el siglo XIX fue una buena época de la devoción de Consolación, marcada por los momentos de difusión de ésta, emprendida esta tarea a finales del s. XVIII el Venerable Contreras y continuada ahora en el siglo XIX con la reimpresión y divulgación de su novena (al menos en 1807 y 1846), o la publicación de grabados y estampas votivas que difundían indulgencias (1846 y 1861). En esta misma línea de popularización se encuentran también las referencias a la Peana chica , humilladero en el que se alojaba a la Virgen Chica, para la que se hacen diversos enseres en 1857, y donde se recibían limosnas de los devotos. Esta imagen puede ser la que se conserva en la actualidad en una pequeña urna, con la función de ser llevada por turnos a las casa de los fieles y que en su día estuvo en el humilladero nuevo.


Fuente: La Ermita de Consolación de Cartaya. Asociación Cultural Carteia. 1997

lunes, 3 de octubre de 2011

Santa Misa Mensual



Después de la última Misa Mensual del pasado mes de agosto, y con el recuerdo aún cercano de los Solemnísimos Cultos que en Honor de Nuestra Amantísima Titular hemos celebrado el pasado mes de Septiembre, nuestra Hermandad retoma la Celebración de la Eucarístía a los pies de la Virgen cada primer viernes de mes.


Es por ello que el próximo viernes, a las seis de la tarde, se reanudará la celebración de este culto Mensual en honor de Nuestra Madre Bendita de Consolación.