lunes, 18 de agosto de 2014

RECUPERADA LA PEREGRINACIÓN A LA ERMITA CON EL SIMPECADO

Como en el siglo XIX, volverá a sonar el tamboril en torno a la Virgen de Consolación


Una de las novedades de la celebración de la Velá de este año, es la recuperación de la peregrinación a la Ermita con el Simpecado, como centro de los actos religiosos de la jornada y preámbulo de la celebración festiva en los alrededores de la Ermita. 

Desde que la hermandad retomó  el pasado año la celebración de los festejos populares en honor a la Virgen, bajo la denominación de "Velá en honor a la Santísima Virgen de Consolación", lo hizo tomando como referente los antiguos festejos que hasta finales del siglo XIX tenían lugar en la Ermita alrededor del 12 de septiembre, llamada "Romería o Velada de Consolación". Como aquel festejo, en el cual los cartayeros peregrinaban hacia una Ermita que entonces estaba en el campo, alejada del casco urbano, la Velá ha sido erecuperada teniendo presente ese marcado carácter de peregrinación mariana, y con una especial presencia del caballo. Aun con la desaparición de la romería, no dejó  de celebrarse la peregrinación con el Simpecado a la Ermita, que perduro hasta mediados del siglo XX, ya no en torno al 12 de septiembre, sino el día de la bajada, yendo los cartayeros de esta forma a "buscar a la Virgen" para bajarla a su pueblo.

Así, este año volverá a celebrarse la peregrinación a la Ermita. Presidida por el Simpecado, partirá desde la parroquia alrededor de las 21:30 horas, y será  acompañada tanto por personas a pie como a caballo, los cuales se incorporarían a la comitiva una vez el Simpecado haya llegado a la esquina de la calle de la Plaza con la calle Convento. A partir de ese punto, y acompañado por el tamboril, todo el cortejo subirá la Calle Santa Maria para llegar a la Ermita. Una vez allí, se rezará  ante la Virgen y se cantará el himno, dando así comienzo oficialmente a la Velá.

La presencia del tamboril es otra de las recuperaciones históricas de este año, pues como recoge en el libro de cuentas de la ermita el que fuera su capellán, D. Celestino Maestre, era costumbre acompañar la velada, la víspera, la procesión, e incluso un rosario, con el tamboril y la flauta- o gaita-, para lo cual venían tamborileros de pueblos cercanos como Villablanca, San Bartolomé o Castillejos.

Desde la hermandad invitamos a todos los cartayeros a que acompañen al Simpecado de la Santísima Virgen en esta recuperada peregrinación, tanto a pie como a caballo, colaborando de este modo en la recuperación de un importante legado cultural e inmaterial para el patrimonio de nuestro pueblo.

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