CONSOLADORA DE LOS AFLIGIDOS, RUEGA POR NOSOTROS.
Ante la pena que inunda a todos por el fatal accidente de Santiago, en el que en la Víspera de nuestron Patrón han muerto tantos españoles, ponemos ante Nuestra Madre de Consolación nuestras oraciones para pedirle que sea Ella el Consuelo de tantas familias que han perdido a los suyos, y que con su luz de Madre Buena, acompañe de su mano a la Gloria del Padre a los fallecidos.
Hoy más que nunca nuestro pueblo eleva a su Madre del Cielo esa oración con la que tantas veces ha implorado su consuelo en las mayores tribulaciones, acordándonos de los fallecidos:
"En toda tribulación,
confiados en tu medio,
esperamos el remedio,
Virgen de Consolación."
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